aburrase de leer a las 4 de la mañana y después durante su jornada se acordara de mi.
miércoles, 22 de septiembre de 2010
aterrizaje
Un día volaba yo por un torrente de endorfinas, era un viaje algodonoso tranquilo.
Todo iba viento en popa, el sol radiante y las nubes blancas como tu piel.
Aveces volaba de espalda y otras de guata (XD), disfrutando al máximo cada segundo que se iba desgajando de esta mazorca surrealista que unos le suelen llamar devenir.
En un momento decidí meter la cabeza entre las nubes, para ver bajo ellas, y me encontré con un país desolado por la tormenta, las nubes eran densas y violentas, yo desde mi perspectiva no me había percatado de dicho hecho.
Entre tanto placer y disfrute habia olvidado como le habia hecho para llegar tan alto, y en dicho trance volvi a sentir la mano blanca que me habia arrastrado tan tiernamente entre aquellas alturas. De un momento a otro mi vista se nublo y aquella mano blanca se soltaba y se aferraba intermitentemente.
El viento cambio de direccion, ahora soplaba hacia arriba, con estrepitoso ruido, la poca luz que veia se iba opacando, sin embargo aquella gentil mano aun me sujetaba.
El asunto era claro, estaba aterrizando, y lo aceptaria gustoso, ya sea de pie con total gracia o con la cara.
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