después de caminar por el asfalto áspero y sucio del centro, caminando con mi finiquito recién firmado camine por Manuel rodriguez a cobrar mi tan anhelado dinero, tanta esclavitud asalariada no iba a ser en vano, ya pronto podría comprar mi flamante pedal, que aunque no análogo, de todos modos me permitiría elevarme hasta lo mas alto del éter con mi guitarra cústom. feliz llegue a la oficina central, felicidad que no duro mucho, 10 minutos tarde. una hora debía esperar.
me acosté en una banca de una plaza que esta al costado del metro toesca y me puse a escuchar a los blops en mi mp3, alegro man no troppo creo que sonaba (no recuerdo bien como se escribe, esta creo entre los temas que se reproducen solos en el blog, es el primer tema del disco "locomotora"). Entonces empece a caer en un sopor espeso y dulce como el almíbar, se empezó a distorsionar mi conciencia, tanto así que no entendía bien la posición de mis miembros y el entreabrir los ojos me parecía aciago y aporreado, como caer del paraíso a las estalagmitas del infierno. El sopor avanzo mas, hasta que deje de cuestionarme de donde venia ese sonido tan onírico, la flauta traversa desfigurándose en un mar de delay, o mejor dicho, no entendía bien si lo que sentía era sonido u otra sensación nueva, indescriptible en los 5 sentidos externos conocidos por todos los mortales.
Entonces entendí que el sonido de la flauta era la sensación que generaba la luz al atravesar el humor vítreo del ojo.
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