jueves, 4 de marzo de 2010

aciagos días grices

hola te dije. pasaron luego largos minutos de silencio.
luego tus labios me dijeron que estabas triste, a lo cual obviamente pregunte estúpidamente ¿por que?.
sonreíste, y dijiste: "cierto, muy cierto ¿por que he de estar triste, teniendo una hogaza de pan en el bolso y alas en mis sueños?".
silencio de mausoleo, solo se escuchaban los lamentos de las calaveras huecas de dientes flojos.
luego una sonrisa piadosa para aliviar la tensión.

luego como es natural, nos envolvió nuevamente la sombra grís

No hay comentarios:

Publicar un comentario