me remecía el brío del palpitar de mi aorta cuando me encontraba tendido en mi cama, la vista tiritaba con cada latido, sin embargo estaba tranquilo, extraño.
me remecía por alguna razón que no conocía, algo faltaba. Mi mente cansada, mi boca seca, mi guitarra descordada, mis pedales (análogos, que te creí´s?) sin pila y un pedazo menos de esternón.
miraba el techo por si entre las grietas de la pintura se pudiera descolgar un color o alguna cosa que me llevara lejos, que se yo, uno sabe lo que quiere, pero no como lo va a obtener.
seguía remeciendome con el golpe de mi aorta, mi vista nublada temblando y la piel de la palma de mis manos saltando, ya nada quedaba por hacer y me decidí a escribir.
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